viernes, 4 de diciembre de 2009

Las “Otras” Orquestas

En un anterior comentario se abordó el “estado del arte” de las tres principales agrupaciones orquestales del país, radicadas (¡oh sorpresa!) en Santiago… , situación ciertamente recurrente en la mayor parte de Sud América, donde las orquestas más importantes se encuentran en las ciudades capitales.

Pero injusto sería no referirse a una serie de agrupaciones con menor presencia, aunque no menos calificadas que la Sinfónica de Chile, Filarmónica de Santiago y Cámara de Chile.

Así, en la misma ciudad de Santiago, resulta ineludible referirse a la Orquesta Clásica de la Universidad de Santiago, especialmente hoy en manos de David del Pino Klinge, y con un proyecto artístico del mayor interés. Así también, la consolidación de la Sinfónica del Instituto Cultural de Providencia reviste sumo interés prestarle atención, por su continuidad de oferta y nivel de invitados. Y en el ámbito universitario no tradicional, no debe soslayarse las Cameratas de las Universidades Andrés Bello y Universidad de Los Andes, ambas con reconocida continuidad de funcionamiento desde hace varios años.


En las regiones, la Sinfónica de la Universidad de Concepción es la orquesta que ha contado con el desarrollo de mayor solidez en el interior del país, estando hoy en día regida por pautas de completa internacionalización en su funcionamiento. También debe mencionarse la reciente Orquesta Clásica del Maule, con un importante nivel de jóvenes instrumentistas y una actividad de difusión con amplia cobertura. Por último, las orquestas de Antofagasta, Valparaíso y Temuco, que mantienen su funcionamiento.

Ante una natural limitación geográfica, no ha sido posible presenciar a todas las orquestas mencionadas, focalizando el comentario a las que últimamente se ha tenido oportunidad de verlas.


ORQUESTA CLÁSICA DE LA UNIVERSIDAD DE SANTIAGO
La Orquesta Clásica de la Universidad de Santiago constituye un referente de talentos, los que posteriormente han pasado a integrar agrupaciones mayores nacionales y del extranjero. Pero hoy en día el proyecto liderado por David del Pino Klinge merece la mayor atención, tanto por la novedad de las propuestas artísticas y sus resultados de gran nivel.

Así, después de cuatro oportunidades vista dirigida por Del Pino, dos de las cuales en los Conciertos de Verano de la Quinta Vergara (esperando que en la próxima versión se repita su participación), más una notable participación en la ópera El Rapto en el Serrallo de Mozart y en la Novena Sinfonía de Beethoven, dan cuenta de una orquesta con sonido de conjunto y de excelente ensamble entre todas las familias instrumentales. También debe destacarse la flexibilidad de disponer de una cantidad variable de músicos según el repertorio (posee un orgánico estable de poco más de 30 músicos, reforzado estratégicamente).

Frente a los resultados observados, se hace cada vez más conveniente contar con esa orquesta en las temporadas de regiones, especialmente en Valparaíso y Viña, considerando que la figura de Del Pino Klinge es una potente carta de convocatoria de público. Incluso, a medida que cada vez se consolide más, sería muy conveniente pensar en alguna gira al extranjero.


ORQUESTA SINFÓNICA INSTITUTO CULTURAL DE PROVIDENCIA
La Sinfónica del Instituto Cultural de Providencia, o simplemente la Orquesta Sinfónica de Providencia, es un proyecto de características más bien de las denominadas “orquestas ad-hoc” en donde no existe una planta de músicos de vinculación contractual permanente, siendo una agrupación de un perfil flexible según los requerimientos programáticos. Sin embargo, la plantilla de músicos es, en la práctica, estable, por cuanto la gran mayoría tocan permanentemente, imprimiéndole cada vez un mayor sentido de ensamble y sonido propio.

En todo caso, debe aclararse que este tipo de proyectos es recurrente en muchas partes, pues es normal que los músicos de orquestas convencionalmente estables y con tradición de sonido, integren paralelamente otras agrupaciones ad-hoc y de excelente calidad (por ejemplo la National Philarmonic de Inglaterra, la Orchestre Colonne de París y otras).
Dirigida por el violinista ruso Denis Kolobov, debe reconocerse los progresos en su rol de director, tanto por la envergadura de las obras que ha ido abarcando con su orquesta y los resultados observados.

Su propuesta artística principalmente radica en ofrecer presentaciones con un excelente nivel de solistas nacionales e internacionales invitados, constituyendo un espacio del todo interesante en la vida musical santiaguina.

Este año debe destacarse una notable versión de Kolobov de la Cuarta Sinfonía de Brahms, como una interesante Quinta de Beethoven, aunque una errática Séptima de este último. Pero más interesante aún fue la visita del notable violinista ruso Vladimir Ivanov con una impresionante versión del Quinto Concierto de Mozart, como el cellista estonio Urmas Tammik en el Concierto de Dvorak, este último en una idiomática y cautivante versión. Y también debe destacarse a la pianista rusa Eleonora Karpukhova, en una aclamada versión del Concierto Nº 1 de Tchaikovsky.


ORQUESTA SINFÓNICA DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN
Esta tradicional orquesta, con más de cincuenta años de trayectoria, es un vivo ejemplo de cómo debe concebirse un proyecto de orquesta estable en una ciudad.
La última vez que se la pudo ver fue hace un año en la ópera Madama Butterfly, muy bien dirigida por el polaco Tomasz Golka. Hoy en día está en un proceso de búsqueda de titular, después de dos años de la partida de Luis Gorelik, quien la llevó a los estándares de calidad que hoy tiene.

El nivel de artistas convocados compite en igualdad de calidad al de las orquestas de Santiago, siendo una agrupación con una clara apertura internacional. Además, el repertorio se incrementa sustantivamente, pudiendo abordar obras de mayores complejidades (ya han hecho la Consagración de la Primavera, la Sexta Sinfonía de Bruckner, La Canción de la Tierra de Mahler (en una notable versión de Gorelik con la famosa mezzo colombiana Martha Senn, y que en diciembre próximo se hará en versión de cámara de Schönberg dirigida por Juan Pablo Izquierdo).

Muy conveniente sería contar con esa orquesta en gira por la zona central (Santiago y Valparaíso-Viña del Mar, principalmente), integrándose más continuamente a las temporadas musicales locales (al menos una gira anual). Y en cuanto a la próxima titularidad, se está expectante en quién recaerá tal nominación.

OTRAS ORQUESTAS REGIONALES
Para poder entender mejor la realidad de las orquestas regionales en general, salvo la excepción de proyectos muy puntuales, en términos reales son muy pocas las que realmente tienen un funcionamiento en pleno, es decir, con un criterio de estabilidad y cierto nivel profesionalismo en la gestión.

Así, de las orquestas regionales que se tiene conocimiento más certero, hay que mencionar a la Orquesta Clásica del Maule, de reciente creación, aunque de gran actividad que incluso ha cubierto lugares fuera de la propia Séptima Región, llegando en septiembre último a la ciudad de Viña del Mar para un bien recordado montaje de la ópera Tosca.


Dirigida por el destacado director nacional Francisco Rettig, debe señalarse que cuenta con una mayoritaria composición de jóvenes músicos locales, y reforzados por muy experimentados músicos de la capital, entre ellos, por varios ex integrantes de la Filarmónica de Santiago.

El nivel apreciado en la ópera Tosca fue de excepción, llamando especialmente la atención la fortaleza de las cuerdas, que justamente son fundamentales para una orquesta aún de mediana conformación (más o menos 30 integrantes, que se aumentan según el requerimiento de los programas, como en el caso de Tosca).

Las perspectivas que se ven para el futuro se ven auspiciosas, considerando el fuerte respaldo de las autoridades de la Región, lo que resulta fundamental para la pervivencia de este proyecto artístico, que en las manos de Francisco Rettig, debiera seguir rindiendo frutos más que satisfactorios.

Finalmente, la Filarmónica de la Región de Valparaíso, a dramática diferencia de la anterior, clama por tener una cantidad mínima de conciertos. Este año ha sido algo mejor que el anterior, con tres presentaciones oficiales, más una cuarta correspondiente al acompañamiento de la jornada final del Concurso Dr. Sigall de Viña del Mar.

Las razones de esta situación cada vez refleja la completa indiferencia de las autoridades de la Región, especialmente radicados en el ámbito del Gobierno Regional (dispone de un representante de la Intendencia en el Directorio), que aún no entiende la necesidad de contar con una orquesta estable y con continuidad de presentaciones a lo largo de todo el territorio regional. Así, en la práctica, sus presentaciones están radicadas únicamente en Viña del Mar, gracias a una acertada vinculación con la Corporación Cultural de la ciudad.

El orgánico de dicha orquesta hoy en día incorpora mayoritariamente a músicos de la zona, tanto experimentados instrumentistas como a jóvenes y talentosos valores locales (varios de la orquesta de la Universidad Católica de Valparaíso y otras agrupaciones), más un refuerzo de músicos estratégicos de Santiago, como el excelente concertino Hernán Muñoz (concertino de la Orquesta de Cámara de Chile), siendo Miguel Patrón Marchand su excelente titular por más de 10 años. La solvencia de Patrón Marchand, más la calidad de los músicos, son los elementos suficientes como para proporcionarle, en definitiva, recursos para realizar una labor de amplia cobertura en la Región, situación cuya rentabilidad social redituará de manera más que proporcional respecto a lo poco de la inversión involucrada.

Por Jaime Torres GómezCírculo de Críticos de Arte V Región
Para ponerse en contacto con el autor: torresj@vtr.net

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